lunes, 24 de enero de 2011

Sobreinformacion


Por Matías Bianco.
De la sobreinformación.

¿Evolución, método, resultado o una simple teoría? Lo que sí es cierto es que la sobreinformación existe, y que es hoy  eje y ejercicio principal de los medios de comunicación más grandes del mundo.

¿Qué es la sobreinformación?

Cuando hablamos de sobreinformación, lo hacemos destacando que al producirse, resulta en una evidente carencia de conceptos y sobre todo de ideas en lo que se le presenta al público, ya que el “bombardeo” informativo, revela simplemente  una contenido vacio, y que deja poco espacio para la opinión y el análisis del que pueden hacerse los informados.
Abarcativo,  podría decirse. Este concepto es el encargado de remacar la función más destacada de lo que conocemos como sobreinformación en la opinión pública, proceso que se justifica desde la oferta y la demanda que se introdujo en el mundo de los medios a partir de la globalización informativa.  Bueno… quizás, malo –más probable- aunque eso solo podría decirlo la sociedad, quien se ve perjudicada o no por este fenómeno que a través de los años se ha vuelto un debate constante entre los medios tanto profetas como detractores de este tema.

El papel de la web.

Este sin dudas es un punto más que interesante en el análisis de hoy, si un ejemplo de fuente cabe destacar dentro del fenómeno de sobreinformación, es el de internet, que de alguna manera la globaliza y justifica, desde las emergentes publicidades al visitar un sitio web,  hasta la introducción de los diarios digitales que muestran  un contenido resumido, y que simplifican sus noticias presentando las  5 preguntas fundamentales del periodismo: qué, quién, cuándo, dónde y por qué.  Internet es un fenómeno más  que deja en claro que la sobreinformación existe como tal, y que llego para quedarse, al menos un largo tiempo.

Oferta y demanda.

Desde que la globalización mundial comenzó a producirse, también así ocurrió una globalización mediática, y como todos sabemos esto no es solo una introducción de culturas diversas a otra, sino un mercado de productos, de cualquier tipo, en el que se ve involucrada la información. Aunque parezca cruel y alarmante la verdad hoy tiene un valor, no solo ético, ni tampoco solamente moral, también lo tiene monetario, ya que cada multimedio se encarga de vender y de influenciar a la opinión pública mostrándole que es lo que tiene que saber hoy, para no estar fuera del “mundo”, o al menos de un mundo que los medios se han encargado de ofrecerle al individuo en las últimas décadas. Esto es simple, lo que la gente quiere o pretende es lo que los medios venden y le ofrecen.

Claramente la sobreinformación es un proceso, repleto de carencias, pero con algunas virtudes, como la masividad por ejemplo, ya que esto nos brinda las mismas posibilidades a todos ante un tema que se instala, es decir todos sabemos mínimamente de lo que se habla, y eso permite evidentemente una especie de análisis colectivo, ya que el conocer brinda opinión, y la opinión, resulta en pluralidad, esto quizás es el punto más fuerte y a favor que presenta el proceso de sobreinformación.
Algunos como periodistas y otros como mercaderes de la información, no debemos olvidar, que detrás de un diario, una radio o una tv esta la mirada de un hombre que critico y concreto entenderá y diferenciara que es "pescado podrido"  y que es digno de su análisis y critica, ya que no hay análisis más preciso que el de la conciencia de un hombre.