jueves, 6 de diciembre de 2012



Por Matías A. Bianco

El 7D y los “mercenarios” de la verdad.

Finalmente llego el 7D, un día mas, y el país no se acabo, todos seguiremos con nuestras vidas de la misma manera, aunque a algunos esto pueda tocarlos de cerca. Quizás es difícil tomar una postura, soy de los que creen que los monopolios son la extinción de la independencia en cualquier ámbito socio-cultural, pero creo firmemente que el monopolio ejercido por un Estado es el peor de todos, el más sangriento, el más desigual y el más siniestro de todas las formas de monopolio posibles.
A veces parece ser que el oficialismo es el “dueño de la democracia”, por largo tiempo este discurso fue su bandera de propaganda, ellos enarbolan a la democracia como su invento. Es su caballo de batallas. Crean enemigos de simples periodistas, los “satanizan”, y se valen de algunos que se hacen llamar periodistas para combatir a los otros, como si fueran una especie de sicarios de los medios. Quizás estos términos parecen algo fuertes y más aun bélicos, pero es el análisis que creo merece todo esto, con sinceridad podemos ver el tinte  combativo de algunos funcionarios, que desde la postura de un “matón” atacan y patean en las costillas a los que no creemos sus burdas mentiras y  que desde el suelo  azorados vemos como algunos de los amigos del poder fueron comprando medios de comunicación en los que de manera grosera, repugnante y desleal bajan la línea de esta especie de mesías de la democracia, que se hace llamar presidente y que mide en discursos su poder solo con el de Dios.
La verdad, es lo que está en juego, es lo que más debe cuidarse, ya que un hombre sin verdad no es libre y sin libertad no es un hombre. Y hoy como periodista independiente, como hombre y sobre todo como ser libre, no encuentro nada más satisfactorio que expresar en estas pocas palabras lo que siento desde mis entrañas, desde un rincón de mi persona, y desde la mirada de un obrero de la verdad, que no comprenderá  al mundo en partes desiguales, ni lo aceptara jamás oprimiendo a los que griten desde lo más profundo de su corazón, libertad, libertad, libertad.